Harry Potter y el Derecho

Correlación entre derecho y abogados, justo como Voldemort y Harry Potter

El 31 de julio cumple años Harry Potter. Su creadora, J. K. Rowling, en ninguno de los 7 libros que conforman la saga de este mago, hace referencia de manera explícita y directa a los abogados.

Tomás Moro en su obra Utopía, donde de manera satírica describe una isla ideal al tiempo que analiza cuestiones político-filosóficas, excluye a los abogados de su sociedad imaginaria. La cita que expresa este destierro es la siguiente: “…quedan excluidos todos los abogados en Utopía, esos picapleitos de profesión, que llevan con habilidad las causas e interpretan sutilmente las leyes”.

Ahora bien, que este pensador haya prescindido de los abogados para nada significa que dentro de su concepción ideal de sociedad, existan personas que deberían ejercer un rol más o menos parecido al de estos profesionales, pues, al final del día, la Utopía de Moro se erige sobre el derecho.

Derecho y abogados son productos concomitantes, una institución no se concibe sin la otra. Más que ser fenómenos complementarios, estos serían necesarios, quizás no indispensables, pero sí necesarios…, justo como Voldemort y Harry Potter.

Algo más o menos así como lo de Moro con los abogados, podría decirse sobre este mismo tema en las novelas de Potter.

Las interpretaciones, analogías, coincidencias, elementos simbólicos, formas y demás aspectos sobre abogacía y, en general, sobre el derecho en la obra de J. K. Rowling, terminan por mezclarse (y por ende confundirse) con lo fantástico, manifestando un vasto contenido para analizar y repensar no solo temas jurídicos en Harry Potter, sino también filosóficos y políticos.

El sistema legal en Harry Potter

ScrimddwillEn el séptimo y último libro de la saga, Harry Potter and the Deathly Hallows, al momento en que el ministro de magia, Rufus Scrimgeour, entrega los bienes de la herencia de Dumbledore a los protagonistas de la historia, existe el siguiente diálogo con Hermione Granger, en el que se hace un guiño al trabajo dentro del sistema jurídico.

La cita, tal cual, es la siguiente… “”Are you planning to follow a career in Magical Law, Miss Granger? asked Scrimgeour. No, I’m not, retorted Hermione. I’m hoping to do some good in the world!“”

La traducción, acaso, sería… “”¿Está pensando en hacer carrera dentro del derecho mágico, señorita Granger? Preguntó Scrimgeour. No, no lo estoy,replicó Hermione. ¡Tengo la esperanza de hacer algo bueno en el mundo!“”

¿A qué se refiere Scrimgeour cuando le dice a Hermione si hará carrera dentro del derecho mágico? ¿Cómo funciona el sistema legal en Harry Potter?

Las normas jurídicas en el mundo mágico de Potter encuentran su principal fuente a través del Ministerio de Magia, que se estableció en el siglo XVII por la Confederación Internacional de Magos. Cada determinado territorio, cuenta con una institución equivalente, dirigida por un ministro de magia, cuyo método de elección no queda del todo claro a través de los libros existentes.

Aunque concurren discrepancias en diversos foros sobre este tema, el Ministerio de Magia está compuesto por entre 7 y 9 departamentos, donde destaca: el Departamento de Seguridad Mágica (Department of Magical Law Enforcement), de donde depende la oficina de aurores, la oficina de uso inapropiado de la magia, y Wizengamot, que se podría contemplar como una especie de poder judicial, o acaso sería más bien como un tribunal ad hoc, o especial, que aunque permanente, puede ejercer funciones de manera pasiva, pues es una asamblea conformada por magos y magas que presiden juicios de diversa índole cuando se requiere.

A pesar de esto, lo cierto es que no existe una clara división de poderes en el mundo mágico, pues en lugar de prevalecer un cuerpo legislativo o parlamentario que se encargue propiamente de “hacer el derecho”, el sistema que se sigue es, más o menos, el de un sistema cimentado sobre el derecho administrativo, pues las normas, decretos y reglamentos provienen de los propios departamentos que conforman el Ministerio.

Volviendo a Hermione y su aversión por ser parte del sistema jurídico recién descrito, pues esta quiere hacer algo bueno por el mundo (digamos que quiere cambiar el mundo, antes de pertenecer al sistema que lo mantiene), es pertinente mencionar que una nota distintiva de la mayoría de los operadores del sistema jurídico es, precisamente, su carácter ambiguo; si el rol que estos realizan lo hace en complicidad con el sistema en el que se desempeñan, o en el extremo opuesto, a través de la faceta de agentes que intentan desestabilizarlo.

Probablemente, la ambivalencia de los operadores en los sistemas jurídicos, de los funcionarios de justicia, para Hermione sea un tema menor. ¿O no?

Después de 7 años de que J.K. Rowling diera por concluida la historia de Harry y sus amigos, con ocasión del mundial de fútbol de Brasil 2014, en su página www.pottermore.com, la autora, al estar realizando crónicas periódicas sobre un supuesto mundial de quidditch que sucede en el mundo mágico, publicó un texto de 1.500 palabras titulado “El Ejército de Dumbledore se reúne en la final del Mundial de quidditch”, donde a manera de crítica a los tabloides británicos, describe un poco lo que ha sido de Harry, Ron y Hermione después del punto final del último libro de la saga.

Así entonces, lo que le depara a Hermione Granger en el futuro, según lo último que escribió J.K. Rowling es: un meteórico asenso en el Departamento de Seguridad Mágica, con, tal vez en algunos años, la posibilidad de ser ministra.

Resulta difícil pensar que los operadores jurídicos no pueden hacer algo bueno por el mundo, pues si bien es cierto que hoy en día estos profesionales, por lo general, actúan como cómplices del sistema, también habrá que resaltar su preponderante rol en la construcción de múltiples instituciones jurídico-políticas que han servido de sustento a nuestra civilización.

Todos nos quejamos de los operadores jurídicos en general, pero al final o terminamos requiriendo uno de ellos, o somos unos de ellos. Incluso Hermione Granger.

Dos recomendaciones bibliográficas sobre Harry Potter y el derecho

En mi opinión, y después de buscar y revisar por algún tiempo bibliografía sobre Harry Potter desde una óptica diferente a la narrativa, son dos los libros que mejor develan las relaciones entre el mundo del derecho y la novela fantástica de J.K. Rowling.

El primero, del 2010, que es una tesis doctoral escrita por Luis Gómez Romero, y dirigida por Miguel Ángel Ramiro: Fantasía, distopía y justicia. La saga de Harry Potter como instrumento para la enseñanza de los derechos humanos. (http://www.injuve.es/sites/default/files/Fantasia.pdf)

Gómez Romero, según me dicen, es una persona que sabe mucho y de muchos temas. Ha escrito desde una óptica jurídico-política sobre Watchmen, la narrativa de D.H. Lawrence, Borges, e incluso tiene un libro sobre literatura garantista, denominado El tiempo de los débiles (http://www.porrualabs.com/libro/GEN:245607/el-tiempo-de-los-debiles-garantismo-y-literatura/luis-gomez-romero/9789700776552). La calidad de sus trabajos es tan buena como su creatividad y modo de abordar aspectos jurídicos que otros, sencillamente no ven, o no quieren ver.

La tesis doctoral en cuestión, es súper amena y bastante lúcida, tanto para fans del mago, como para muggles (es decir, en la saga de Harry Potter, aquellos seres humanos que no tienen ninguna habilidad mágica), al grado que fue galardonada con un accésit en la edición 2010 de los Premios Instituto de la Juventud, para Tesis Doctorales en España.

El segundo, también del año 2010, que es una compilación de artículos, editados por Jeffrey E. Thomas y Franklin G. Snyder: The Law and Harry Potter. (http://www.cap-press.com/books/isbn/9781594606458/The-Law-and-Harry-Potter)

Este libro, más allá de ser bueno en su conjunto, contiene una amplia variedad de trabajos de diversa índole dentro del campo jurídico que bien sirven para interesare en otros temas tangenciales, reunidos en torno a la figura del mago.

En dicha obra, hay un par de artículos sobre abogacía y enseñanza del derecho que vale la pena destacar, el de Leonora Ledwon titulado “Harry Potter Goes to Law School” y “Who Wants to Be a Muggle? The Diminished Legitimacy of Law as Magic”, escrito por Mark Edwin Burge.

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