Se espera que llegue al Congreso, la propuesta para constitucionalizar lo inconstitucional.
Hoy en día la Guardia Nacional ya está militarizada y aunque poner eso en papel no hará ninguna diferencia, constitucionalizar el fracaso implica dificultar el camino para proponer una solución de fondo, implica sellar en piedra un futuro de muerte e impunidad. Los militares parecen ser los más grandes re-vendedores, cada presidente les compra una y otra vez la misma solución y desde hace un par de décadas cada sexenio somos un país más inseguro y militarizado.
La buena noticia es que tenemos opciones viables y democráticas para tener un país en paz y con justicia. Es por ello que un grupo de senadoras y senadores de todos los partidos, junto con varias organizaciones sociales que integramos el colectivo #SeguridadSinGuerra, presentamos una propuesta de reforma a diez artículos de la constitución 1) recuperar a las policías civiles con un nuevo esquema de profesionalización y carrera policial bajo un nuevo mecanismo de financiamiento desde lo local, 2) recuperar el papel de la policía en la investigación del delito y romper el monopolio de la investigación que nos impide denunciar delitos e investigarlos, 3) fortalecer los controles judiciales, la justicia cívica y los espacios de protección de derechos dentro del proceso penal, y 4) enfocar a las fiscalías en la persecución penal estratégica. Una propuesta que reestructura el sistema de seguridad y justicia para hacerlo más eficiente y reducir su margen de error.
Hay opciones a la impunidad y la violencia, y no se trata de abrazos o balazos, si no de inteligencia, investigación científica y una justicia eficiente, imparcial y humana; enfocada en la reparación integral. Lo contrario, apostar por modelos que militarizan la seguridad pública y sistemas de justicia de corte inquisitivo, punitivistas en donde todo se resuelve con muerte y cárcel; pues… los tres últimos sexenios ha demostrado ser un rotundo fracaso.
Los próximos meses en el Congreso se estará votando la continuidad de la guerra o el cambio de estrategia hacia la paz. La apuesta está clara y por ello esta iniciativa fue inscrita para abrir una discusión de forma propositiva, de cara al futuro y así dar una respuesta a largo plazo. La corte interamericana y la ONU han señalado los problemas que acarrea la Militarizar la Seguridad Pública.
No hay que engañarnos, la esperanza es poca, el presidente ama a los militares y los legisladores de su partido suelen alinearse como soldaditos, les faltan 9 votos en el senado y un par de decenas en diputados, el PRIMOR se consolida y la “oposición” pasmada se inclina ante el fiscal Gertz y el poder Morena.
Complicado el panorama, pero lo que está en juego es mucho y esperamos poder convencer y apelar a sus buenas conciencias con esta propuesta de paz y justicia que llevamos trabajando durante años decenas de personas, esperemos que se abra una discusión verdaderamente democrática.