Por Daniel Vázquez[1]

@LDVazquezV

Las plataformas electorales pueden ser buenos predictores de lo que hará un candidato si gana la presidencia (Przeworski, Manin y Stokes, 1999). Pese a ello, cada vez tienen una menor importancia en las elecciones. Son poco consultadas y poco discutidas.

Durante las elecciones del 2012, realicé un análisis de las plataformas de los contendientes, en particular me interesó mirar las propuestas en materia de derechos humanos (DH). Se notó que era reciente la reforma constitucional en esta materia, me refiero a la del 2011. Si bien los DH no eran el tema principal en las plataformas, al menos dos de los tres principales partidos (PAN y PRD) le dedicaban una sección al tema, mientras que el PRI recuperaba a los DH especialmente en la sección de relaciones internacionales. Al mismo tiempo, los DH aparecían salpicando algunas otras partes de las plataformas, así como el tratamiento de los grupos en situación de vulnerabilidad.

Quise actualizar esa reflexión para esta elección: ¡un desastre! Analicé las plataformas electorales y programas de gobierno de las coaliciones Juntos Haremos Historia (MORENA – PT y PES) que consta de 26 páginas, Por México al Frente (PAN – PRD – MC) conformada por 49 páginas, y Todos por México (PRI – PVEM y Panal) contenida en 67 páginas[2]. Lejos ha quedado ese 2012. Si en aquellas plataformas el tratamiento de los temas de DH era pobre… ¡ahora es pobrísimo!

Ya mencionamos que el tema de DH se puede tratar de dos formas: dedicándole un acápite o transversalizándolo. Ni uno, ni otro. Ninguna de las coaliciones utiliza a los DH de forma transversal para dotar de perspectiva de derechos a sus plataformas. Vaya, no nos proponen la realización de políticas públicas con enfoque de derechos. Más grave aún, ninguna plataforma tiene una sección específica dedicada a los DH. En cambio, aparecen de manera fugaz cuando se tocan algunos temas. Veamos.

Despachemos rápidamente a la plataforma electoral de Juntos Haremos Historia, encabezada por Andrés Manuel López Obrador. La plataforma guarda más una forma de diagnóstico que de plataforma, donde no quedan claras las líneas de acción que se llevarán a cabo de ganar la elección. La palabra “Derechos Humanos” no es mencionada ni una sola vez en toda la plataforma. Vale la pena destacar una sección dedicada a la Recuperación de la paz, que en un solo párrafo explica el problema de la violencia, pero no anuncia cómo recuperarán la paz ni se menciona el papel de los derechos humanos en este proceso.

La plataforma de la coalición Todos por México, que lleva a José Antonio Meade como candidato no es mucho mejor que la anterior. Constituida por 5 ejes temáticos y 3 transversales (desarrollo sostenible, igualdad de género y apuesta por la juventud) los DH brillan por su ausencia. La única aparición de la palabra DH se encuentra en el eje de Seguridad y Justicia, en la línea de acción 12, y tiene como objetivo consolidar el vetusto juicio de amparo como “el mejor medio de defensa y control constitucional de los derechos humanos”. Vaya, están atorados en la década de los 80 del siglo pasado.

Finalmente, la coalición Por México al Frente encabezada por Ricardo Anaya recupera a los DH en el eje de Transformación del régimen político como línea que busca “consolidar una sociedad de derechos en la que se incentive la movilidad social, se respete la dignidad humana y la libertad personal para el pleno desarrollo de las personas”. Asimismo, se observa a los DH como contrapeso en la propuesta de seguridad ciudadana, y se observa la palabra DH tanto en el desarrollo de la política exterior como en las líneas de acción de grupos en situación de vulnerabilidad, específicamente adultos mayores, indígenas y migrantes. Aparece también la palabra DH en una serie de propuestas concretas sobre mecanismos de exigibilidad para evitar la tortura y la impunidad de las violaciones sistemáticas y generalizadas de DH. Con todas estas menciones, es la plataforma que más recupera a los DH, y se parece mucho a la forma en que lo hacía la plataforma electoral del PRD en ese 2012.

Lo más interesante de las plataformas electorales muchas veces no está en lo que dicen, sino en lo que callan. Lo que hoy se encuentra silenciado es el papel de los DH en las políticas públicas por venir, independientemente de quien gane. No es raro que conforme avanza el tiempo de las reformas constitucionales de DH, el contenido de los derechos se desvanece (Espinoza y Vázquez, 2015; Vázquez y Espinosa, 2015). A esto lo hemos llamado la segunda vuelta institucional. Lo terrible es que eso suceda en el México de los 239 mil muertos, de los más de 30 mil desaparecidos, de los 85 millones de personas pobres o socialmente vulnerables, de la práctica generalizada de la tortura y de la desaparición, del Estado de excepción de facto que fue legalizado por medio de la Ley de Seguridad Nacional, en el México donde las redes de macrocriminalidad gobiernan amplias zonas del país y vulneran precisamente nuestros derechos.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Espinosa, Claudia y Daniel Vázquez. (2015). “Las políticas públicas con perspectiva de derechos humanos en el giro a la izquierda. De la ruptura a la segunda vuelta institucional en Venezuela y Ecuador.” en Revista Latinoamericana de Derechos Humanos. Vol. 26. No. 2. (julio – diciembre).

Przeworski, Adam; Bernard Manin; y Susan Stokes. (1999). Democracy, accountability, and representation. EUA: Cambridge university press.

Vázquez, Daniel y Claudia Espinosa. (2015). “Constituciones y políticas públicas: las intermediaciones pendientes” en Ansolabehere, Karina; Francisco Valdés-Ugalde y Daniel Vázquez. Entre el pesimismo y la esperanza: los derechos humanos en América Latina. México: FLACSO-México. Pp. 337 – 374.

[1] Profesor de tiempo completo en el IIJ-UNAM, y de tiempo parcial en la FLACSO-México.

[2] Las plataformas se obtuvieron en el sitio oficial del INE: https://www.ine.mx/actores-politicos/partidos-politicos/convenios-de-coalicion/