CARTA DE AMOR A MANCERA

Soy joven, tal vez me falta experiencia, pero quiero servir a todos, dar a cada quien lo que le corresponde, te pido una oportunidad. ¡Escúchame! Recuerdo el día cuando decías que creías en mí, me diste 3 mil millones de pesos, y creías que podría combatir la corrupción y fortalecer la procuración de justicia[1]. ¿Aún me recuerdas? Soy el Sistema de Justicia Penal Acusatorio. Pero ahora me doy cuenta que también te olvidaste de lo nuestro, y en este año me descuidaste y no vigilaste que tus funcionarios públicos me fortalecieran, me conocieran y trabajaran conmigo. Tú sabías que necesitaba de ti sobre todo en el comienzo.

Sabías que era cuestión de tiempo, sólo necesitaba tiempo para madurar, porque no todo es dinero.

Es que, uno como quiera, pero, ¿y los ciudadanos? Ellos no saben que yo no libero a los delincuentes, es la falta de cuidado que tienen tus funcionarios cuando investigan los delitos, cuando quieren detener a los ciudadanos sin investigar antes.

Hoy quieres cambiarme por otra, una que se pavonea enfrente de ti y todos tus amigos creyendo que trae todas las soluciones. Sabes bien de quien te hablo, ¡la Contrarreforma! Que te está convenciendo para meter a la cárcel a cualquier ciudadano sin saber si es responsable, sin pensar que así como a mí, a la otra también la tendrás que cambiar más adelante cuando te des cuenta que no soy yo, y no es ella. El problema son tus instituciones.

Esa que quieres ahora, la Contrarreforma, quiere engañarte a ti, y a los ciudadanos, diciendo que la prisión preventiva es justicia. ¡Pero miente! Ella sólo busca hacerle creer a los ciudadanos que se castigó al delincuente y se le encerró, aunque más adelante, cuando no haya pruebas de que es culpable porque no hubo una buena investigación, los dejará ir en silencio, cuando nadie esté viendo.

Mancera, te pido que me recuerdes, que primero observes el uso que me dan tus ministerios públicos, tus policías, los asesores jurídicos de las víctimas, y te darás cuenta que no me conocen, no saben cómo les puedo ayudar. No desperdicies todo lo que has invertido en mí, cambiándome por la Contrarreforma, sólo para hacerle creer a los ciudadanos que yo soy el problema, y no las manos en las que me dejaste.

Atentamente: Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio.

PD: La verdad, es que ¡no soy yo! Eres tú y tus amigos de la CONAGO.

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