Designaciones y Seguimiento a la Corte

#MinValls, hay una vacante en la #SCJN. Se especuló largamente en los medios sobre los nombres de quienes integrarían la terna y sobre el juego político tras bambalinas. Finalmente hace una semana se hizo oficial la terna con los nombres de Felipe Fuentes Barrera, Horacio Hernández Orozco y  Eduardo Medina Mora. Los medios, intelectuales y organizaciones de la sociedad civil han escrito mucho sobre los perfiles de quienes fueron postulados, especialmente de Eduardo Medina Mora. Se han hecho cuestionamientos sobre sí siendo embajador cumple el requisito de residencia en el país y también se han hecho muchos cuestionamientos sobre la idoneidad de su perfil. En su contraparte los otros candidatos han sido considerados, en general, como “de relleno”. Todo esto pone de relieve al menos dos grandes cuestiones que vale la pena sopesar; la primera es que hay una atención creciente hacia las personas que integran la Suprema Corte, lo cual indicaría que cada vez más los círculos de especialistas la entienden (y atienden) como una institución fundamental para el desarrollo de la vida democrática del país; la segunda es que la presencia de la actividad relativa a la Corte en medios y en el imaginario de la ciudadanía no especializada depende mucho de personalidades y raiting, es innegable que sólo una designación o un caso emblemático trae los refelectores sobre la SCJN. Lo positivo, es que se está fortaleciendo un debate público (especializado) sobre los perfiles ideales para ocupar un cargo como el de Ministro de la SCJN. Lo negativo, es que el debate aún depende de coyunturas muy específicas y que, hasta el momento, no ha sido posible mantener la atención sobre lo que se discute en la Corte y la actuación de Ministras y Ministros por un período de tiempo más largo, ni tampoco ha sido posible que la ciudadanía en general esté atenta a las decisiones del Máximo Tribunal. Si es importante tener un debate público sobre los perfiles idóneos para la SCJN, es precisamente porque quien quede designado tendrá en sus manos decisiones que pueden impactar de forma decisiva el desarrollo del país en materia de Derechos Humanos, Equilibrio de Poderes, Interpretación Constitucional, etc. Todos ellas, cuestiones que, según se decidan, fortalecen o debilitan los avances democráticos en México y afectan la vida de todos los ciudadanos. En ese sentido, una expectativa razonable sería que el debate público no se limitára a las designaciones o los casos emblemáticos, sino que hubiera un seguimiento constante de la labor de las Ministras y Ministros para poder evaluar su labor dentro de la SCJN. El tema, está inscrito dentro de la óptica de la #JusticiaAbierta. Transparencia, rendición de cuentas, comunicación social efectiva y participación ciudadana en temas jurídico-judiciales son exigencias que están presentes cuando se plantea la necesidad del monitoreo a la actividad judicial. Estar pendientes de las designaciones, es sólo un primer paso -absolutamente indispensable- en la tarea de apertura del Poder Judicial, del Derecho y la Justicia. Es fundamental que académicos, sociedad civil, gremio especializado y prensa atendamos la Corte de forma sistemática si lo que queremos es un Poder que no sea ajeno a la sociedad a la que sirve y una sociedad que no sea ajena a la trasendencia de las decisiones de la Corte. El camino que se avance en esa dirección puede ayudar a un mejor diagnóstico de los problemas de justicia en México, lo cual, si va acompañado de una deliberación pública, podría sentar las bases para mejorar la confianza en la justicia y la calidad de nuestra democracia.    ]]>

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