RISAS, RECLAMOS Y BORDES.

[1]. Estas nuevas coordenadas obligan a preguntarse ¿cómo votarán la nueva ministra y ministro? y ¿hasta que punto se fortalecerán los criterios de interpretación en materia de derechos humanos que se generaron a partir de 2011? no queda más que esperar y anotar con paciencia lo que suceda en esta transformación; en segundo lugar el año será peculiar porque se cumple el límite para la implementación de la reforma penal que inició en 2008, lo cual genera la expectativa de que a partir de junio de 2016 podríamos obtener mucho más información para analizar los pormenores de la administración de justicia penal, la transparencia judicial y la protección de derechos humanos. Ambos fenómenos son parte de una transformación jurídica amplia en nuestro país que, cada vez con mayor fuerza, genera interés ciudadano en el derecho y la justicia. Nunca antes habíamos presenciado tal atención por lo que sucede en los tribunales. Hoy en día, periódicos, revistas electrónicas, blogs y diversas cuentas de redes sociales informan y analizan la información que se genera tanto en la Suprema Corte, como en otros tribunales. Desde nuestra perspectiva, se trata de un fenómeno social que indica a la ciudadanía que en una democracia la información sobre la protección de derechos y la justicia es tan sustantiva como aquella sobre la economía o el poder político. Justamente este cambio de actitud respecto a lo jurídico y lo judicial es lo que inspira un proyecto como el nuestro. En ese sentido quisiéramos hacer una breve reflexión sobre nuestra labor, para ello tomaremos como pretexto un video que realizamos para el día de los inocentes y que se difundió en nuestras redes sociales el 28 de diciembre del año pasado. Con el título porqué deben regresar las pelucas a la abogacía, Jesús Garza Onofre (columnista habitual de nuestro sitio), realizó una sátira respecto a la vestimenta de juezas, jueces, abogadas y abogados. Como esperábamos, la inocente propuesta causó la risa de algunos y la indignación de otros. Los primeros lo calificaron de genial y los segundos de un improperio inaceptable. Esto nos llena de emoción porque significa que hemos logrado consolidar uno de los primeros objetivos de nuestra red social: una comunidad plural de usuarios. Esto se debe a que en la red se intercalan propuestas que caminan en los bordes. En el caso específico, se traslapan propuestas tanto de quienes defienden una abogacía seria y formal, como de quienes defienden una irreverente e informal. Esto es importante para el proyecto porque desde el primer tuit hemos apuntando a la construcción de un diálogo que fomente el interés por el derecho en la ciudadanía. Según nuestra perspectiva, para lograr el diálogo era necesario realizar un conjunto heterodoxo de materiales que fueran desde la pulcritud y precisión académica, hasta la burla grotesca. Hasta el momento, el crecimiento de la red y el aumento de colaboradoras y colaboradores sugieren que ha sido una decisión acertada. Para terminar, en el mismo contexto de la difusión del polémico video se nos pidió que no difundiéramos ese tipo de material pues le restaba seriedad a nuestro trabajo. No es la primera vez que sucede, ni será la última, de hecho también ocurre cuando difundimos material pulcro y académico. Ante ello lo único que podemos decir, parafraseando a Cantinflas, es que no somos ni serios, ni irreverentes sino todo lo contrario. En los bordes de lo jurídico caben las pelucas multicolores, las corbatas, los trajes sastre y los pantalones morados acampanados; la crítica mordaz de Erasmo a la abogacía y la defensa a la investidura de la abogacía de Tocqueville. No promovemos una visión definitiva sobre el derecho, sino la apertura del derecho a la sociedad a través de la pluralidad de voces y visiones, a veces será con chistes y otra con análisis académicos profundos, nuestra expectativa es que en el borde, la diversidad de propuestas se confronten democráticamente para generar cooperación. Bienvenidas y bienvenidos pues a Borde Jurídico 2016. [1] Recordemos que entre 2015 y 2016 la Corte experimentó por una transformación mayor por el fallecimiento de Sergio Valls Hernández y la salida de Olga Sánchez Cordero y de Juan Silva Meza.]]>

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