[1] Es un tema en que nuestra acción pero también nuestra omisión importa. Y es que, como diría este mismo jurista italiano, la paradoja epistemológica de nuestra disciplina (y de algunas otras) es que “formamos parte del universo artificial que describimos y contribuimos a construirlo de manera bastante más determinante de lo que pensamos”.[2] Y en ese sentido es importante tomarnos el tema de la profesionalización de los abogados en serio, saber que tenemos una responsabilidad y que lo que hagamos o dejemos de hacer tiene consecuencias. Ciertamente, asumir lo anterior no significa tener que estar a favor de la colegiación y certificación obligatoria. Tal vez más allá de preguntarnos si estamos a favor o en contra de la colegiación y certificación obligatoria habría que preguntarnos: ¿y a favor de la profesionalización? Si la respuesta es afirmativa habría mucho por hacer. Continuar la discusión, abrirnos a analizar la implementación de las propuestas que ya se han hecho, proponer otras vías alternativas, etc. Volviendo a lo que se decía antes, tal vez ya sabemos que contribuimos a construir ese universo artificial que describimos de una manera determinante y que somos en parte responsables. Pero, como diría Samuel Johnson, a las personas más que informarles, hay que recordarles. Así que este artículo más que informativo es un recordatorio. Tenemos pendiente el tema de la profesionalización de los abogados en México. [1] Ferrajoli, Luigi (2001). Derechos y garantías. Trotta: España. Pág. 68 [2] Id.]]>
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